El alcatraz atlántico es un ave marina de gran tamaño, superando el metro de altura y el metro ochenta de envergadura alar en los adultos, siendo los machos ligeramente mas grandes que las hembras. Nombre científico: Morus bassanus.
El cuerpo alargado, esbelto y poderoso vuelo. Se alimenta sobre todo de peces de mediano tamaño a los que captura tras un espectacular picado.
¿Pero como de espectacular?
Con vuelo tranquilo y hasta 40 metros sobre la superficie, localiza su presa, cuando la ha localizado, gira y se dispone a lanzarse a por ella, pliega las alas al cuerpo para convertirse en un misil aerodinámico y entrar en el mar a velocidades que alcanzan los 100km/h, incluso puede bucear detrás de su presa si no la captura en el primer momento, este momento está considerado como uno de los mayores espectáculos de la naturaleza y lo podemos disfrutar en nuestras playas.
No esperes verla en tierra firme, en raras ocasiones han hecho incursiones.
Tras reproducirse en numerosas colonias situadas principalmente en las islas Británicas y países escandinavos, estas aves emprenden un viaje alucinante entre agosto y noviembre, que les llevará hasta el golfo de Guinea haciendo el viaje de vuelta entre febrero y abril, paso prenupcial.
Aunque no cría en España, resulta una especie habitual durante los pasos migratorios, como su nombre indica, usan principalmente el océano atlántico para estos viajes, pero muchos de ellos se adentran en el Mar Mediterráneo y algunos individuos, sobre todo los jóvenes quedan en nuestras costas.
A lo largo de su vida pasa por varios estadios de plumaje diferente, cambiando el tono marron-gris hasta el blanco inmaculado de los adultos.
El Alcatraz atlántico es una ave con historia
Hay que decir que desde los años 80, va en aumento del número estos individuos avistados en nuestras costas, por lo que se deduce que la población mundial de esta especie va en aumento, hasta más 800000 individuos maduros se han contabilizado en las costas del norte de Europa.
Sus principales amenazas son las artes de pesca como los palangres de superficie, la sobrepesca y los episodios de contaminación marina.
Ya presentado, ahora si, con un poco de suerte y algo mas de paciencia en la desembocadura del Guadalhorce ya puedes verlo y disfrutar de dicho espectáculo.
La localización es fácil, solo tienes que mirar al mar principalmente en invierno, unos prismáticos pueden ayudar, conseguir ver el chapoteo de la entrada vertiginosa, y si tu suerte pasa a un nivel superior, entonces podrás verlos a unos 20 o 30 metros de la orilla, incluso pasarte por encima.
Soy Pedro José Carrillo, Pedro Nat Art en Facebook o @photo_nat_art en Instagram, y amo a mis pequeños modelos.
Pedro José Carrillo, conocido artísticamente como Pedro Nat Art, soy fotógrafo aficionado originario de Cartagena, Murcia, resido en Málaga. Pasión por capturar imágenes de la naturaleza.
Magnífico reportaje Pedro felicidades.
Muchas gracias por tu comentario Armando