Tenemos que remontarnos muchos años atrás, entre 30 y 40 años, cuando muchos agricultores y vecinos de Los Llanos del Nacimiento de Coín celebraban el Domingo de Ramos. Secando parte del río de la Villa para coger los peces del Pozancón del Olivo. Desde que tengo uso de razón fue así.

Muchos ya no recordarán, pero en Coín a partir del mes de marzo/abril, según el calor que hiciese, los niños y jóvenes recorrían ese río todos los fines de semana y los festivos. Y se bañaban en cada charco y en cada poza. El río que pasa por El Parral y debajo de la Plaza Alameda. El que daba energía a toda la red de molinos de la que tanto presumimos.

Domingo de Ramos en Los Llanos de Coín

Ese río del Nacimiento se dividía en dos en Los Tres Tablones. Uno seguía en dirección a Valdeperales, que da nombre a esa parte del río y otro el que os comento arriba. Era ahí, en Los Tres Tablones donde se cortaba toda el agua hacia Coín y se dirigía hacia Valdeperales, por unas horas.

El tiempo que le diese a los vecinos de la zona a secar por completo, a mano, a cubetazos y en comunidad, el Pozancón del Olivo. Y recoger todos los peces, barbos sobre todo, siempre con un tamaño considerable. Para luego repartirlos y cocinarlos en familia.

Alguna vez participé, yo y mi hermano, éramos pequeños. Así que nosotros solo nos dedicábamos a sacar peces, mientras los más mayores seguían sacando el agua de aquella poza.

Nos conocíamos todos los rincones, todas las cuevas de los peces y disfrutábamos, “como niños” que éramos, de la algarabía y ánimos que alrededor del pozancón, el resto de vecinos y vecinas de la zona, nos daban cada vez que sacábamos un pez de un buen tamaño. Recuerdo uno que se me quedó entre las piernas, el más grande, nunca se me olvidará, no quería soltarlo, sabía que todos estaban pendientes de mí en ese momento.

Los Tres Tablones Coín
Perdón por la calidad pero es la única foto que conservo de Los Tres Tablones. En la imagen se ve uno de ellos. Foto de hace unos 30 años en una de las veces que también llovió mucho y se llegó a desbordar ese río del Nacimiento.

Toda la juventud vinculada al río, al agua

Ese Pozancón del Olivo lo cruzaba durante los últimos meses de clases, todas las mañanas, bien temprano, temiendo caerme con la cartera y los libros. En dirección al Colegio Ntra. Sra. de Lourdes donde estudiaba. Andábamos por lindes, veredas y caminos. Nos veníamos del pueblo a Los Llanos a vivir “de arranque” en la casa que fue primero de mis abuelos y luego mis padres.

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El río era nuestro parque de atracciones, y lo tenía todo, cascadas, resbaladeras, un poco más abajo. A veces entrábamos en la zona del Pozancón del Olivo y llegábamos al Nacimiento de Coín. Sí ese que acaba de brotar de nuevo después de no se cuantos años y que depende del acuífero.

Siempre había agua, algunos años más, otros años menos, pero se mantenía un caudal, ahora llaman ecológico a un riachuelo o a veces seco total. No, antes iba agua de verdad, mucha agua y había vida en el río. Ya no hay vida, algunas ranas aparecen de vez en cuando con las lluvias. No sé si quedará algún cangrejo rojo de esos que introdujeron muchos años después.

El Domingo de Ramos en Los Llanos del Nacimiento de Coín también era una tradición

Volviendo al tema, ese Domingo de Ramos, que todos los niños y muchos adultos de la zona esperábamos con ansias. Esa era nuestra Semana Santa, nuestra fiesta en comunidad.

Eso se ha perdido, y no volverá, y causas hay muchas. Que sí pozos ilegales, que sí sembrar aguacates y otros cultivos en zonas de secano. Todos hemos abusado del río del Nacimiento, eso sí, a diferentes escalas.

Pero parece que estas tradiciones no son tan importantes como otras, estas no hace falta defenderlas, cuando está en juego lo más vital, el agua que nos da la vida.

También en Coín se ha celebrado siempre San José en el río Grande, como veréis, nuestro vínculo con los ríos y con el agua, va más allá de beberla.

El Pozancón del Olivo y Los Tres Tablones

Aún existe el olivo, no creo que quede mucho del pozancón, a menos como yo lo recuerdo, porque no hay agua. Y también existen Los Tres Tablones. Pero la mayoría de fincas que los rodean están valladas y no hay lindes ni veredas fáciles para acceder.

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Ahí dejo esa reflexión, y esos recuerdos, para que por lo menos perduren un poco más.

Y seguro que en tu pueblo, en tu zona, también había tradiciones similares o diferentes vinculadas con esa Semana Santa o con los ríos y el agua. ¡Compártela con nosotros y nosotras!

Nota del autor: Por suerte, o por desgracia, no conservo fotos del Pozancón del Olivo, solo recuerdos, muchos y muy buenos.

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Juan Antonio Fernández

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