Salvador Jiménez Luna nos cuenta en primera persona todo lo vivido durante su Reto cáncer 23. Un logro que ha querido compartir con nosotros.
El pasado 4 de Febrero pude llevar a cabo una idea que me rondaba por la cabeza desde hace algún tiempo. Lo que empezó como una idea y necesidad mía pronto se fue contagiando a muchas personas, centros educativos, instituciones, empresas y clubes deportivos.
Todo empezó con mi vuelta a las filas del Club Ciclista Coín para afrontar las próximas temporadas deportivas. Donde me preguntaron mis objetivos para 2023, y le dije que lo primero que me apetecía realizar y mi primer objetivo era realizar un reto deportivo para recaudar fondos a benéfico de la AECC.
Comienza el #Retocáncer23
Y ellos me contestaron que adelante que yo marcara el ritmo y ellos me ayudarían con toda la organización, y así empezó esta historia. Desde aquel momento empezamos a mover los hilos y se fueron abriendo las puertas. Empezando por la diputación de Málaga y seguido de todos los patrocinadores, colaboradores, instituciones y particulares.
Nunca pensé que algo tan insignificante como la realización de un reto deportivo personal, se pudiese hacer tan grande. Pero la verdad es que la causa sí que lo merecía. E imagino que cuando las cosas se hacen desde el corazón y con el único propósito de ayudar a las personas y de intentarles mejorar la calidad de vida. Eso se contagia rápidamente y así ha sido la respuesta de todo mi pueblo (Coín). Me siento muy orgulloso de la participación de todos los paisanos/as.
Primeras horas del Reto cáncer 23
La salida fue a las 8 de la mañana desde la Diputación de Málaga, en la salida me acompañaban un buen grupo de ciclistas. Compañeros del Club Ciclista Coín, Amigos de la Bici de Málaga y otros ciclistas que se iban uniendo durante el recorrido del reto.
Hacia muchísimo frío en la puerta de la Diputación y todos estábamos ya ansiosos de dar pedales para que se quitara aquel frío horrible. Después de la foto de familia en las puertas de la diputación, empezamos nuestra aventura y es que el Reto cáncer 23 ya no era solo mío.
Los ciclistas que allí estaban también tenían su reto, unos el de ayudarme para que yo lo consiguiera y otros el de intentarlo ellos también. O el de hacer la primera parte del reto, cada uno teníamos nuestra propia historia pero todos teníamos el objetivo de disfrutar de aquel día de convivencia.
Ya dando pedales, empezamos a disfrutar en lo alto de nuestras bicis. Pronto pasamos por Torremolinos y allí estaban los compañeros de la AECC de Torremolinos para darnos ánimos. Realizamos una parada rápida para hacernos una foto y seguimos rápido dirección a Benalmádena. Donde también estaban los compañeros de Benalmádena en la glorieta junto a su sede local dándonos ánimos y un empujón emocional.
Primera gran prueba de este reto
Empezamos a encarar las primeras subidas del recorrido. Por mi parte con mucho respeto ya que la primera subida hacía los repetidores de Mijas era la más dura. Y si me pasaba marcaría el resto del reto, entre anécdotas y risas seguíamos subiendo.
Ya en el tramos de los repetidores el amigo Salvador del grupo de Amigos de la Bici de Málaga empezó a decir la distancia que quedaba hasta llegar a la cima. Y la gente entre risas y bromas le recriminaba que se callase que no quería saber cuánto quedaba. Y lo apodaron rápidamente como el psicólogo del grupo.
Entre risas y cachondeo sin darnos cuentas llegamos al final de la primera cima del recorrido. Allí se encontraban compañeros de la delegación AECC de Fuengirola y Mijas. Y algunos representantes políticos de Mijas a los que les agradezco toda su colaboración.
Nos hicimos juntos la foto de familia de la primera cima y sin perder demasiado tiempo seguimos nuestro camino hacía la siguiente cima. Que se encontraba en Cártama Estación.
Segunda Cima del Reto cáncer 23
De camino hacía la segunda cima, a la altura de Mijas pueblo nos encontramos con los compañeros del Club Ciclista Al-Andalus de Cártama. Que habían venido a recogernos para acompañarnos hasta la segunda cima (La Ermita de las Tres Cruces) cima que patrocinaba dicho club.
Era una subida de 11 km con tramos muy duros que llegaban al 20% de desnivel y en los que para mí era un importante reto. Ya que tenía que dar una pedalada muy fuerte para poder subir de nuevo el pedal hasta arriba para dar la siguiente pedalada.
Un pequeño contratiempo en el camino
Fue en uno de esos tramos donde estuve a punto de caerme dos veces. Ya que el esfuerzo tan grande que realizaba con el muñón sobre el acople que tenía en mi bici hizo que algún tornillo cediera cogiendo un poco de holgura. Y que se saliera de la cala donde estaba sujeta. Perdiendo así el punto de apoyo que tenía para ejercer más fuerza con mi pierna.
Pero gracias al buen equilibrio y a la rápida ayuda de mi compañero Carlos para sujetar mi bici. Pude salir de nuevo y seguir con la subida hasta llegar a la cima. Donde estaban esperándome compañeros de la AECC de Coín, autoridades de Cártama, ciclistas de varios puntos y lo más importantes mis hijas. Que estaban allí arriba con mi hermana y algunos amigos.
Al llegar arriba, realizamos una pequeña reparación al acople de mi muñón para que se quedara un poco más sujeto. Realizamos la foto de familia de la subida y continuamos con nuestro recorrido dirección Pizarra.
Tercera cima del Reto cáncer 2023 – Bobastro
En ese tramo llegamos a ser un grupo numeroso llegando a rodar a un ritmo rápido y constaste. La idea era no forzar demasiado para llegar con fuerza a las subidas, pero sí aprovechar el terreno más llano y el gran grupo para rodar rápido y recuperar el tiempo perdido.
Así llegamos hasta la localidad de Álora, otro punto clave de nuestro reto donde ya en la barriada del puente se apreciaba como este pueblo se había volcado con nuestro reto. Allí se encontraba un buen número de personas con alguna pancarta y dos motos de la policía local y protección civil para escoltarnos la subida hasta el pueblo.
Donde habían organizado una parada en la puerta de la AECC de Alora y en donde se habían congregado un número importantes de persona que nos estaban esperando. Junto a distintos representantes políticos del municipio, así como los compañeros de la AECC de Álora y Canal Sur TV para grabar algunas imágenes y hacernos una pequeña entrevista.
Dirección a la subida del alto de Bobastro
Después de la parada continuamos dirección al pantano de El Chorro donde seguíamos recibiendo muestras de cariño. Al paso por Las Mellizas y algunas zonas en la que se encontraban personas, con pancartas de ánimos que te daban una fuerza extra para realizarla tercera cima.
Que era el alto de Bobastro, una subida muy bonita, tranquila y bastante dura en la que ya se empezaba a notar en la pierna los km y desnivel que llevábamos. Al llegar arriba estaban las compañeras de la AECC de Coín y realizamos nuestro protocolo como en cada cima con el patrocinador y la foto de familia. Junto con una parada un poco más larga para comer algo más sólido
Cuarta cima en el Alto de Ardales
Después de ese merecido parón seguimos nuestro camino para llegar hasta la localidad de Ardales. Y encarar la siguiente cima el Alto de Ardales donde nos esperaban otras compañeras de la AECC de Coín para realizar el protocolo establecido junto a la foto de familia de la subida.
Quita cima Puerto Martínez en la Sierra de las Nieves
Continuamos nuestro camino para buscar la siguiente cima que era Puerto Martínez. Donde de camino hacia esa cima nos encontramos con algún compañero del Club Ciclista Coín que se unía a nuestro pelotón para acompañarnos. Ya en lo alto de la quinta cima y con 160 kilómetros.
El amigo Carlos sacó unas cañas de chocolates que habían hecho el día anterior para reponer fuerzas y que nos ayude en los últimos kilómetros del reto.
Última subida en el término de Ojén – Marbella
Ya con el tiempo en contra, empezamos a bajar hacía Casarabonela para seguir hacía Alozaina, Guaro, Monda y encarar la última subida. Durante este tramo el ritmo fue alucinante, íbamos como en una moto, teníamos un terreno en el que se podía ir rápido y lo aprovechamos. Por el camino no paraban de unirse compañeros del club que venían para realizar el tramo final junto a nosotros.
Llegamos a la última subida y había que dar lo que quedaba. Una subida con una rampa inicial muy dura y que empezamos a subir con 205 km sobre la pierna pero sorprendentemente aún quedaban fuerzas.
Mi mayor preocupación es que íbamos tarde con respecto a la hora de llegada. Ya que eran las seis de la tarde y estamos subiendo la última cima y esa era los hora prevista que teníamos para llegar a Coín.
Al llegar arriba, habían amigos y familiares de Coín, que se habían trasladado para animarnos. Junto a representantes de la AECC de Coín y de Ojén, nos hicimos la foto de familia junto con el protocolo, nos pusimos algo de abrigo y ya solo quedaba llegar hasta la meta.
Última etapa del Reto cáncer 23 para llegar a la meta en Coín
El reto estaba conseguido y solo quedaban hacer unos 15 km hasta llegar a nuestro pueblo. Pero yo tenía una preocupación muy importante para mí. Todos esos niños con sus bicis que llevarían un buen rato en el parque San Agustín esperándome para unirse a nosotros.
Y así poder participar junto a nosotros en los últimos metros del reto. Pensaba que al llegar casi una hora más tarde ya no quedaría casi nadie.
Y cuando llegue al parque, al ver a todos esos niños a mí se me saltaron las lágrimas.
Nunca imaginé que habría tantos niños esperándonos. Pronto nos organizamos para hacer un pelotón llevando a los pequeñines en el centro del grupo. Y con el tráfico cerrado nos dirigimos todos juntos hasta la Alameda.
Entrada a la Alameda
La entrada a la Alameda no soy capaz de describirla, había muchísima gente esperándonos un gran pasillo central por donde entramos. No imaginaba tanta gente, ha sido un sueño hecho realidad y ya no por conseguir cumplir este exigente reto. Sino ver tanta gente volcada con la causa, por ver la ilusión de los niños a entrar en la Alameda. Mis hijas emocionadas esperándome en la entrada de la Alameda.
Creo que esto reto ha sido un gran éxito de todos nosotros. Y ya no por la recaudación que ha sido importante, sino también por la unión que se ha creado con respecto a esta enfermedad.
Para mí era importante que se normalizara la palabra cáncer.
Y sobre todo que se conociera la labor que desarrolla la AECC en Coín. Porque esta enfermedad cada día la padecen más personas y es importante conocer las ayudas que podemos recibir por su parte.
Ya solo me queda agradecer a mi mujer y mis hijas de una forma especial porque han sido unos meses en los que he pasado muchas horas entrenando este reto. Ellas me han apoyado desde el primer día de esta aventura siendo un apoyo muy importante.
Y también quiero agradecer a todas las personas que me han ayudado a realizar este reto. Club Ciclista Coín, empresas, instituciones, centros educativos, profesores, alumnados, colaboradores. No quiero nombrar a nadie porque no me gustaría dejarme nadie atrás. Pero son muchas las personas que han colaborado de una forma totalmente altruista.
Desde Valle del Guadalhorce Magazine queremos agradecer a Salvador Jiménez Luna este resumen del GRAN RETO contra el cáncer que ha conseguido materializar.
Podéis seguir a Salvador Jiménez Luna en sus redes sociales y en la página de Facebook creada para el Reto cáncer 23.
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