Inicio de la campaña de verdeo de aceituna Aloreña DOP

Comienza la campaña de verdeo de la aceituna Aloreña 2022. Con una reducción del 50% de la producción por la falta de lluvias de este año.

La aceituna Aloreña con Denominación de Origen Protegida, se ha visto bastante afectada esta temporada por las pocas precipitaciones y el retraso en la floración. Esto va a producir un incremento en el precio de la aceituna de mesa.

Si es cierto, que en general presenta un buen tamaño, esto también ayudará a la hora de competir con otras aceitunas cuando salga al mercado.

El verdeo de la aceituna Aloreña en 19 municipios de la provincia de Málaga

Aunque lleve en el nombre de la denominación Aloreña, no es exclusiva de la comarca del Valle del Guadalhorce.

El verdeo o también llamado “ordeño” es el acto de recoger las aceitunas a mano directamente del árbol, sin utilizar ningún tipo de accesorio (varas, palos) o maquinaria. Para poder mantener intactas todas las características de esta aceituna, es necesario que no sufra golpes ni caídas durante su recolección. Se trata de un método totalmente artesanal, mucho más laborioso pero que contribuye a la calidad del producto final.

De hecho, la aceituna en ningún momento toca el suelo, ya que los/as recolectores/as, las depositan en canastos o “macacos” que llevan apoyados en su cintura. Incluso con sacos o telas para que las aceitunas sufran el mínimo de golpes posible, tanto en la recogida como en el traslado.

D.O.P. Aceituna Aloreña de Málaga

Está considerada como la primera aceituna de mesa a nivel nacional. Y es un sello de garantía no solo para los productores, sino también para toda la zona donde se cosecha. Y los comercios hosteleros los destacan en sus cartas como un símbolo de distinción de sus negocios.

Tres tipos de aceituna Aloreña

Antes de ser tratadas pasan por una selección según el tamaño, solo las que superan un cierto calibre son utilizadas como de primera calidad.

Según la D.O.P. existen tres tipos de aceitunas Aloreñas de Málaga:

Verde fresca, una vez partidas pasan directamente a bombonas.

Tradicional, permanecen un mínimo de 20 días antes de ser envasadas para el consumo.

Curada, se fermentan sin partir durante 90 días.

Podemos estar orgullosos en la comarca del Valle del Guadalhorce, no solo porque lleve el nombre de uno de nuestros pueblos. Sino porque en todos tenemos cultivos con esta Denominación de Origen Protegida.