V Edición Premios Concha Gómez Moya: 12 mujeres de letras

V Edición Premios Concha Gómez Moya reúne a 12 mujeres de letras en Coín

La V Edición Premios Concha Gómez Moya ha llenado de literatura la casa del Partido Socialista en Coín este viernes por la noche, en un acto que ha servido para homenajear a doce mujeres vinculadas al sector literario del municipio. El galardón, impulsado desde el área de Igualdad de la formación, nació para reconocer la aportación femenina a la vida pública y, en esta ocasión, ha puesto el foco en quienes han hecho de las letras su territorio natural.

Desde narradoras y poetas hasta dinamizadoras culturales, todas ellas han subido a recoger un reconocimiento que ya se ha consolidado en el calendario social coineño.

Durante la ceremonia, la organización ha insistido en que se trata de un premio que busca visibilizar trayectorias diversas, muchas veces discretas pero decisivas para el tejido cultural local. La gala, de carácter cercano y muy participativo, ha combinado intervenciones institucionales con momentos de recuerdo a Concha Gómez Moya, vecina de Coín y referente de compromiso cívico cuyo nombre da identidad a este reconocimiento.

Un premio nacido para visibilizar el talento femenino local

Según explican desde la agrupación socialista, el premio surgió con la intención de poner en valor la labor de las mujeres de Coín en diferentes ámbitos de la vida pública, desde la política y el deporte hasta la cultura. En esta quinta edición, la mirada se ha centrado en el mundo de la literatura y, más en concreto, en aquellas mujeres que han encontrado en los libros un espacio para expresarse y para tejer comunidad. La idea, en este caso, es ofrecer un escaparate estable a un trabajo que muchas veces se desarrolla en bibliotecas, asociaciones o aulas, lejos de los grandes focos.

La organización insiste en que la lista de premiadas refleja “doce estilos distintos y doce historias completamente diferentes”, lo que significa que no se trata solo de escritoras publicadas, sino también de mediadoras de lectura, docentes o activistas culturales. De fondo, late el objetivo de que las nuevas generaciones de lectoras y lectores de Coín cuenten con referentes cercanos, con nombres y apellidos reconocibles cuando piensen en mujeres que escriben, recomiendan y defienden la palabra escrita en su propio entorno.

Doce mujeres, doce formas de estar en el mundo de las letras

En la práctica, el acto ha servido para trazar una especie de mapa literario del municipio, donde conviven autoras que ya han visto sus textos impresos con mujeres que sostienen clubes de lectura de barrio o talleres de escritura creativa. Algunas de las homenajeadas han llegado al salón de actos acompañadas por familiares que las han visto escribir durante años en silencio; otras han aprovechado el micrófono para animar a quienes guardan manuscritos en un cajón a dar el paso y compartirlos.

Más allá de los nombres propios, que la organización ha ido desgranando uno a uno, el mensaje que se repite es el de la diversidad. Hay voces jóvenes que se mueven con soltura en redes sociales literarias y mujeres con décadas de experiencia que siguen defendiendo el libro en papel como punto de encuentro. Esta mezcla generacional ha sido uno de los elementos más aplaudidos por el público asistente, que ha arropado cada entrega con un largo aplauso y, en más de un caso, con ovaciones en pie.

Literatura como herramienta de cohesión social

La velada también ha dejado claro que, en Coín, la literatura se entiende como algo más que una afición individual. Desde el atril se ha subrayado el papel de los talleres, los clubes de lectura y las presentaciones de libros en la construcción de comunidad, especialmente en un municipio donde las iniciativas culturales de proximidad no han dejado de crecer en los últimos años. De ahí que el premio, aunque personalizado en doce mujeres concretas, se perciba como un reconocimiento colectivo a un movimiento más amplio.

No han faltado alusiones a las bibliotecas públicas, a las librerías que programan encuentros con autoras y a asociaciones como el Ateneo local, que sirven de soporte cotidiano para muchas de las homenajeadas. La sensación general es que este tipo de actos funciona como un altavoz para todo ese trabajo silencioso, ofreciendo una fotografía anual de un ecosistema creativo que se alimenta de pequeñas iniciativas repartidas por todo el municipio.

Un espejo de la diversidad cultural de Coín

Uno de los mensajes más repetidos por los responsables del premio es que esta quinta edición “refleja bastante bien lo que es la diversidad cultural del municipio de Coín”. Dicho de otro modo, las trayectorias premiadas muestran cómo la literatura se cruza con la vida diaria: hay mujeres que compaginan la escritura con empleos en el comercio local, otras que proceden del ámbito educativo y algunas que han encontrado en la crónica costumbrista una manera de preservar la memoria del pueblo. Este cruce de biografías hace que el premio funcione casi como un retrato coral de la ciudad.

En un contexto en el que el debate sobre la igualdad sigue muy presente, la agrupación socialista reivindica este galardón como una herramienta concreta para reconocer el trabajo de las mujeres más allá de las grandes efemérides. No se trata solo de entregar una placa, insisten, sino de abrir espacio simbólico y real para que las creadoras locales sientan que su aportación tiene impacto. ¿Puede un acto de este tipo cambiar vocaciones futuras? Desde la organización confían en que sí, y por eso ya piensan en nuevas temáticas para las próximas ediciones.

Perspectivas de futuro y continuidad del galardón

A partir de ahí, sobre la mesa queda el reto de mantener y reforzar el carácter abierto del premio, de forma que cada edición descubra nuevas voces y realidades. Entre las ideas que se comentan en los pasillos está la de ampliar la colaboración con centros educativos y colectivos juveniles, para que el galardón se convierta también en una puerta de entrada a la creación literaria para chicas que aún están dando sus primeros pasos. La intención es que la cita siga creciendo sin perder el tono cercano que la ha caracterizado desde el principio.

La fecha elegida, a las puertas del final de año, ayuda además a que la ceremonia funcione como cierre simbólico del calendario cultural del municipio, conectando con otros eventos literarios celebrados en Coín y en la provincia. En este sentido, el premio se alinea con iniciativas que promueven la lectura en la provincia de Málaga y consolida a la localidad como un punto activo en el mapa de la creación escrita andaluza, una proyección que el propio sector del libro mira con atención.

Un reconocimiento que también interpela al lector

Quienes han pasado por la sede socialista esa noche coinciden en que el acto tiene algo de celebración íntima, pero también de llamada al conjunto de la ciudadanía. La invitación es clara: leer a autoras cercanas, apoyar los proyectos culturales que se generan en el municipio y participar en las actividades que sostienen ese ecosistema. En la práctica, eso puede traducirse en asistir a una presentación de libro, sumarse a un club de lectura o, sencillamente, recomendar a una de estas escritoras a través de las redes sociales.

Para las propias homenajeadas, el reconocimiento supone un impulso emocional y, en algunos casos, una oportunidad para abrir nuevas puertas editoriales o de colaboración. Varias de ellas han comentado que este tipo de premios ayuda a combatir la sensación de aislamiento que a veces acompaña a la escritura, especialmente en entornos pequeños. La pregunta que queda en el aire es sencilla: si un municipio como Coín puede sostener un premio de estas características, ¿cuántas historias similares podrían estar esperando su espacio en otros pueblos andaluces?

La literatura local toma protagonismo

La V Edición de los Premios Concha Gómez Moya confirma que la literatura de proximidad tiene fuerza suficiente para ocupar un lugar central en la agenda pública de Coín. El reconocimiento a estas doce mujeres no solo ilumina trayectorias personales, sino que subraya el papel de la cultura como eje de cohesión social y de igualdad real entre vecinos. Si el objetivo era que las homenajeadas, sus familias y quienes se acercaron a la sede disfrutaran de la noche y del reconocimiento, todo apunta a que se ha cumplido con creces.

A partir de ahora, el reto pasa por mantener vivo el espíritu del premio, reforzar la colaboración con el tejido cultural y seguir contando, año tras año, las historias que nacen al calor de los libros. Para quienes siguen de cerca la actualidad local, esta cita se ha convertido ya en un termómetro fiable del pulso creativo de Coín y en un punto de encuentro para quienes creen que las palabras pueden seguir cambiando, poco a poco, la realidad más cercana.