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El carding es un delito cibernético en aumento que implica el robo de datos de tarjetas de crédito. Los ciberdelincuentes utilizan diversas técnicas, como el malware y el phishing, para obtener estos datos de forma no autorizada. También hay comunidades dedicadas al carding que operan en redes sociales y mercados online.

Las tarjetas robadas se comercializan en la dark web, y los precios pueden variar. Es importante tomar medidas de seguridad para evitar ser víctima de esta práctica. Este artículo explora en detalle el fenómeno del carding y cómo protegerse.

Los ciberdelincuentes y el carding

El carding es una práctica delictiva que ha ganado popularidad entre los ciberdelincuentes en los últimos años. Consiste en el robo de datos de tarjetas de crédito de los usuarios con el objetivo de acceder a su dinero y realizar compras fraudulentas sin autorización.

Los ciberdelincuentes que se dedican al carding utilizan una variedad de técnicas y herramientas para llevar a cabo sus fechorías. Entre ellas se encuentran:

  • Malware y phishing: Utilizan programas maliciosos y envían correos electrónicos falsos para obtener información confidencial de las víctimas.
  • Algoritmos para generar números de tarjetas: Utilizan algoritmos que les permiten generar combinaciones de números de tarjeta válidos, incluyendo el código de seguridad.
  • Ingeniería social y robo de bases de datos: Engañan a las personas para que revelen sus datos personales y también acceden ilegalmente a bases de datos que contienen información de tarjetas de crédito.
  • Fabricación y uso de tarjetas de crédito falsas: Producen tarjetas de crédito falsas con los datos robados para utilizarlas en transacciones fraudulentas.

Estos ciberdelincuentes también forman comunidades especializadas en el carding, donde comparten consejos, técnicas y hasta venden datos y paquetes de información en mercados virtuales.

El carding les permite obtener varios beneficios económicos, como la venta de los datos robados en la dark web o en plataformas cifradas, la compra de productos costosos para su posterior reventa, la adquisición de tarjetas de prepago o tarjetas de regalo para su venta, y la financiación de otras actividades ilegales.

Técnicas utilizadas para el carding

El carding es un delito cibernético que utiliza diversas técnicas para robar datos de tarjetas de crédito de los usuarios. Los ciberdelincuentes emplean métodos sofisticados para obtener información confidencial y utilizarla de forma fraudulenta.

Malware y phishing

El carding se vale del malware, software malicioso que se instala en los dispositivos de los usuarios sin su consentimiento, para obtener datos de tarjetas de crédito. Los ciberdelincuentes envían emails falsos y enlaces engañosos utilizando el phishing, haciéndose pasar por entidades legítimas, para obtener los datos de las tarjetas de las víctimas.

Algoritmos para generar números de tarjetas

Mediante algoritmos específicos, los ciberdelincuentes generan números de tarjetas de crédito válidos y el código de seguridad, a pesar de no tener acceso a las tarjetas físicas. Estos algoritmos les permiten generar varias combinaciones de números y obtener tarjetas funcionales para realizar compras fraudulentas.

Ingeniería social y robo de bases de datos

Los ciberdelincuentes utilizan técnicas de ingeniería social para engañar a los usuarios y obtener información confidencial. También se dedican al robo de bases de datos de empresas y organizaciones, donde se almacenan los datos de las tarjetas de crédito de los clientes. Estas prácticas les permiten acceder a una gran cantidad de datos de tarjetas y utilizarlos de forma ilícita.

Fabricación y uso de tarjetas de crédito falsas

El carding involucra la fabricación de tarjetas de crédito falsas utilizando la información robada. Los ciberdelincuentes realizan copias de tarjetas legítimas y las utilizan para efectuar compras no autorizadas. Estas tarjetas falsas son creadas con tecnología avanzada, imitando los elementos de seguridad de las tarjetas reales.

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Comunidades de ciberdelincuentes dedicadas al carding

Las comunidades de ciberdelincuentes son grupos organizados que se dedican exclusivamente al carding. Estas organizaciones se encuentran en redes sociales y espacios como Facebook, donde comparten información, consejos y estrategias para llevar a cabo sus actividades ilícitas.

Mercado de datos y paquetes de datos

En estas comunidades, los ciberdelincuentes utilizan las redes sociales como un mercado para vender los datos de tarjetas de crédito robadas. Estos datos se ofrecen en paquetes que contienen información suficiente para utilizar las tarjetas de forma fraudulenta.

Los ciberdelincuentes aprovechan el anonimato de las redes sociales y utilizan sistemas de pago cifrados para realizar estas transacciones ilegales. El mercado de datos se ha convertido en una industria subterránea en constante crecimiento.

Beneficios obtenidos por los ciberdelincuentes

Los ciberdelincuentes que se dedican al carding obtienen diversos beneficios a través de sus actividades ilícitas. Uno de los beneficios más comunes es vender los datos de tarjetas robadas en la dark web o plataformas cifradas.

También utilizan estos datos para realizar compras de productos costosos que luego revenden en el mercado negro. Otro tipo de beneficio es comprar tarjetas de prepago o tarjetas de regalo para venderlas y obtener ganancias económicas.

Además, algunos ciberdelincuentes utilizan los fondos obtenidos a través del carding para financiar otras actividades criminales o incluso comprar y revender criptomonedas en busca de mayores ganancias.

Estas comunidades de ciberdelincuentes están en constante evolución, buscando nuevas formas de obtener beneficios a través del carding y poniendo en riesgo la seguridad de los usuarios.

El valor de las tarjetas de crédito robadas y su comercialización

El mercado clandestino de tarjetas de crédito robadas ha florecido en los últimos años, convirtiéndose en una fuente lucrativa para los ciberdelincuentes. El valor de una tarjeta de crédito robada puede variar significativamente, dependiendo de varios factores.

En general, el precio de una tarjeta de crédito robada se determina en función de la información que la acompaña. Una tarjeta completa, con el número de la tarjeta, la fecha de vencimiento, el código de verificación y la información personal del titular, puede tener un valor más alto en el mercado negro.

El valor promedio de una tarjeta de crédito robada puede oscilar entre los 134 y los 17 dólares, dependiendo del lugar donde se busque. Es importante destacar que estos precios tienden a fluctuar, y en algunos casos, a disminuir debido a factores como la oferta y la demanda.

Las tarjetas de crédito robadas se venden en lotes que contienen información suficiente para explotarlas de forma fraudulenta. Estos lotes pueden incluir datos adicionales, como el nombre completo del titular, la dirección, el correo electrónico o incluso la fecha de nacimiento.

El comprador de estas tarjetas busca aprovecharse de ellas de diferentes maneras. Algunos ciberdelincuentes las utilizan para realizar compras en línea de productos costosos, que luego pueden revender en el mercado a un precio reducido.

Otros compradores optan por adquirir tarjetas de prepago o tarjetas regalo, utilizando los datos robados de las tarjetas de crédito para financiar sus actividades ilícitas. Al hacerlo, pueden evitar ser rastreados y dificultar la detección de sus acciones.

Además, algunos delincuentes aprovechan las tarjetas de crédito robadas para comprar criptomonedas, que luego pueden revender en diferentes plataformas. Esta estrategia les permite obtener ganancias adicionales y convertir los fondos robados en activos digitales.

Medidas de seguridad para evitar el carding

A continuación, se presentan algunas medidas de seguridad que pueden ayudar a protegerse contra el carding:

  • Mantenga su software actualizado: Es importante mantener tanto el sistema operativo como las aplicaciones actualizadas. Las actualizaciones suelen incluir parches de seguridad que pueden cerrar posibles brechas de seguridad que los ciberdelincuentes podrían aprovechar.
  • Utilice software antivirus y antimalware: Instale un programa antivirus confiable y asegúrese de que esté actualizado regularmente para detectar y eliminar posibles amenazas cibernéticas, como malware o programas espía.
  • Sea cauteloso con los correos electrónicos y mensajes sospechosos: Evite abrir correos electrónicos o hacer clic en enlaces sospechosos, especialmente aquellos que solicitan información personal o financiera. Estos pueden ser intentos de phishing para robar sus datos.
  • Verifique la autenticidad de los sitios web de pagos: Antes de realizar pagos en línea, asegúrese de que el sitio web sea legítimo y seguro. Revise si la URL comienza con “https://” y si hay un pequeño candado junto a la barra de direcciones, indicando una conexión segura.
  • Evite proporcionar datos de tarjeta de crédito directamente: Utilice intermediarios de confianza, como PayPal o servicios similares, para realizar pagos en línea. Esto minimiza la exposición de sus datos financieros.
  • Utilice contraseñas seguras y diferentes para cada cuenta: Cree contraseñas fuertes, que incluyan una combinación de letras, números y caracteres especiales. Además, nunca comparta sus contraseñas y evite reutilizarlas en múltiples cuentas.
  • Esté atento a los skimmers y dispositivos sospechosos: Al realizar pagos con tarjeta en cajeros automáticos o puntos de venta, verifique si hay dispositivos extraños, como skimmers de tarjetas. Si algo parece sospechoso, evite utilizar la máquina y notifique a las autoridades pertinentes.
  • Revise regularmente sus estados de cuenta: Es importante revisar frecuentemente los movimientos de su cuenta bancaria y las transacciones de sus tarjetas de crédito. Si encuentra alguna actividad sospechosa, comuníquese de inmediato con su banco o entidad financiera.
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Estas son solo algunas de las medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de ser víctima de carding. Es importante estar siempre atento y consciente de las posibles amenazas cibernéticas para proteger sus datos financieros y personales.

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Juan Antonio Fernández

Apasionado del marketing digital y el SEO, soy redactor en la Revista Valle del Guadalhorce Magazine, donde impulso la publicidad y promoción de negocios locales. Diseñador web y creador de tiendas online, también ofrezco servicios de posicionamiento web a través de Diseño Web Coín, ayudando a empresas a destacar en el mundo digital. Andaluz de corazón y comprometido con la comarca, trato de combinar mi amor por el Valle del Guadalhorce con la experiencia en marketing. Conoce mi trabajo en mis redes sociales y no dudes en pedir consejos de SEO y diseño web.

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